Fundamental en una boda, es un elemento del que todos los invitados hablan. O, por lo menos, todas las invitadas.
Como hay tantas y variadas opciones hoy en día a la hora de escoger un vestido de novia (ya que se han ido adaptando al cambio de la moda, llegando a utilizar colores que antes eran impensables), únicamente recalcaré que el vestido ha de ser a elección de la proia novia para que plasme su personalidad y sus gustos.
Pues bien, hablaré un poco sobre la evolución histórica del vestido de novia.
A principios del siglo XX y hasta no hace muchos años, era muy habitual que muchas novias se casasen de negro a pesar de que el blanco, al igual que se dice hoy en día, era símbolo de puereza.
Este hecho simbolizaba luto en muchos casos por parte de la novia hacia un ser querido, pero debido al gran número de novias que utilizaban este color para vestir el día de su boda, se decantaron porque era más cuestión de modas.
De hecho, nuestras mismas abuelitas de hoy en día nos podrían contar si se vistieron de negro el día de su boda, que es muy probable.
En muchas ocasiones, el vestido blanco se reservaba para las clases más pudientes, siendo estos mucho más recargados que los sencillos vestidos negros.
Eso sí, el ramo de flores siempre acompañaba a la novia, fuera cual fuese el vestido elegido.
Quiero comentar también cada uno de los complementos de la novia (ramo, mantilla/velo, peinado, zapatos, etc.) pero lo dejo para otro día.
Me gustaría terminar la publicación con algunas recomendaciones respecto a qué tipo de vestido de novia nos favorecerá más, según nuestro cuerpo, así que ahí las dejo:
- Para las cinturas altas y talles cortos, favorecerán vestidos de talle largo y/o con la cintura acabada en pico.
¡Las que estéis en esta situación estáis de suerte, ya que están de moda los vestidos de talle largo! y estilizan mucho.
Jesús Peiró, colección 2011
Jesús Peiró, colección 2011- Para acentuar un buen pecho, nos serviremos de escotes acabados en "V" o pico. Los pechos pequeños los realzaremos con rellenos, lorzas o brocados.
Jesús Peiró, 2011 
La Sposa, 2011- Para las tallas grandes, mejor evitar cualquier tipo de drapeado, encaje, o cualquier otro adorno demasiado "ostentoso" ya que agrandan el tamaño. Y para las cintiras estrechas y caderas anchas, mejor un cuerpo ajustado y una falda ancha para disimular la desproporción.
Alfred AngeloY por último, decir que seguro que ese día las novias están guapísimas, ya que es uno de los días más especiales. Así que a las que os caséis pronto (como sé de algunas) felicidades y ya contaréis cómo ha ido (incluso podéis subir una foto del vestido).
Un saludo!!!
